top of page
Food for Thought: Blog2
Search
  • Writer's pictureAdriana Ponce de Leon

Afrolatinidad



Introducción

La experiencia Afrolatina está ausente en las narrativas Latinas y Negras, esta identidad étnica no tiene un espacio de pertenencia y aceptación.  Existe una ironía en este sentimiento, los Afrolatinos no son bienvenidos en las comunidades ya marginalizadas, formando así una comunidad doblemente marginalizada. Hay una historia prevalente de colonización y colorismo en América Latina, el Caribe, y los Estados Unidos, lo cual refuerza una jerarquía racial que excluye la visibilidad de los Afrolatinos. La experiencia Afrolatina es más compleja que simplemente “Latino” o “Black”, hay varios aspectos de la Afrolatinidad, como el lenguaje, la herencia indígena y afro, el color de piel y tipo de pelo, todos los cuales crean esta identidad cultural única. Recientemente ha empezado un movimiento deauto aceptación por la comunidad Afrolatina en contextos sociales y políticos, apoyado por autores, poetas, actores y cantantes Afrolatinos. La celebración de la identidad afrolatina es más evidente en la literatura Latina de los Estados Unidos. Autores y poetas como Junot Díaz y Elizabeth Acevedo incorporan protagonistas Afrolatinos en sus escrituras, explorando la complejidad de la experiencia Afrolatina y los problemas singulares que este grupo étnico enfrenta. La identidad Afrolatina es caracterizada por la intersección de la colonización internalizada, el colorismo, el nacionalismo, y la herencia mezclada. La literatura Latina tiene el poder de dar visibilidad hacia la experiencia Afrolatina y nos da la oportunidad de analizar los obstáculos enfrentados por esta comunidad.  


La colonización internalizada

En el contexto de los Estados Unidos, la colonización internalizada es mayormente atribuida a la gente negra, quienes ancestros experimentaron la opresión de esclavitud, pero es importante notar que la esclavitud no solamente existía en los Estados Unidos. En realidad, américa del sur y el caribe eran los dos lugares que tenían la tasa de esclavitud más alta en el mundo durante el periodo de conquista, de los africanos y los indígenas. La conquista de estas regiones del mundo empezó una legacía de la colonización internalizada y creyó una jerarquía racial (Chavez-Dueñas et al., 2014). La colonización internalizada se refiere a los sentimientos negativos hacia otras comunidades de color y el pensamiento que la opresión de los grupos minoritarias tiene justificación.


En la mayoría de los países Latinos, los Latinos blancos no quieren reconocer su colonización, y por eso, en turno, imponen un tipo de opresión hacia los Afrolatinos. Estos pensamientos están basados en el deseo de no encontrarse en el nivel más bajo de la jerarquía social y racial (Oboler and Anani, 2005). Sandra Esteves alude hacia la realidad de este concepto en su poema “Puerto Discovery #3/Not Neither”, donde ella expresa que el mundo no quiere otro niño moreno. Aunque los niños son inocentes, los chicos Afrolatinos, similares a los niños negros en los E.E.U.U., no son bienvenidos en nuestro mundo porque representan una historia de opresión internalizada. La historia de la gente africana (i.e. la esclavitud) nos recuerda de un tiempo más bárbaro donde nuestros antepasados cometieron muchas atrocidades humanas. Además, a la gente blanca, incluyendo a los Latinos blancos, no les gusta admitir que tienen una posición privilegiada en la sociedad debido a su colorismo. Debido a esta historia, la colonización internalizada es importante entender porque establece el contexto en que la jerarquía racial existe y explica muchas de las razones por las cuales la identidad Afrolatina está borrada de la realidad Latina.



El colorismo

El colorismo no es único en la cultura Latina, al contrario, se ve ejemplos en culturas asiáticas, indias, y, hasta, africanas. Estos estándares son arraigados en la estructura de clase, la gente con piel más oscuro pasó más tiempo en el sol trabajando, mientras que la gente con piel claro tenían suficiente dinero para emplear otros de clases más bajos (Oboler and Anani, 2005).


La identidad Afrolatina es más notable por la descendencia Afro, y en turno la piel más oscura. En la comunidad latina, el colorismo es establecido en una estratificación social muy estricta, introducido durante el periodo de colorismo. La casta incluye los españoles puros como los más superiores, seguido por los criollos, mestizos, mulatos, zambos, indígenas, y finalmente los africanos como los más inferiores (Rodriguez, 2000). Durante este periodo, la mezcla racial determinó la jerarquía, el estatus social, y los privilegios económicos, y hasta cierto punto todavía determina la aceptación e inclusión en la sociedad contemporáneo (Rodriguez, 2000).


Junot Díaz explora la experiencia Afro-dominicano en su novela, The Brief and Wondrous Life of Oscar Wao, y él enfatiza el rechazo de los Afrolatinos por los morenos americanos y los dominicanos de piel claro. Además, Díaz comenta que la cultura dominicana “took [the] child’s black complexion as an ill omen”, este pensamiento representa como el colorismo todavía determina el éxito de una persona. La preferencia por las características europeas en los Latinos también se ve en las normas de belleza. Los Afrolatinos que llevan su pelo natural están criticados por tener “pelo malo”, una frase que obviamente demuestra una actitud eurocéntrica (Chavez-Dueñas et al., 2014). Hoy en día, existen muchos movimientos que celebran la diversidad de la Latinidad, animando la gente Afrolatina de llevar su pelo natural, ser orgulloso de su color de piel y expresar su identidad Latina en cualquier forma que quieren.



La nacionalidad/ La herencia mezclada

La nacionalidad es un aspecto muy importante de la Afrolatinidad, en los países caribeños y en Brasil, en particular, hay grupos significativos de Afrolatinos en su población total. En estos países, la relación entre los Latinos con herencia africana y los Latinos con herencia española es muy dividido debido a la amenaza real que la población Afrolatina va a aumentar en cantidad y apoderarse en la sociedad (Oboler and Anani, 2005). Carmen Miranda es un ejemplo de alguien quien usó su privilegio de ser una Latina blanca para celebrar la cultura Afrobrasileña y compartirla con el resto del mundo. Idealmente, sería una persona Afrolatina que saca provecho de su propia cultura, pero la celebración y la apreciación en cualquier manera es mejor que el borrado de una cultura única.  


La celebración de la cultura afro en el contexto nacional se ve también en la poesía de Martín Espada, “En la calle de San Sebastián” donde él paga tributo hacia la música y el ritmo africana. Este ejemplo es notable porque Espada sí mismo no es físicamente Afrolatino, pero él reconoce la presencia y la historia de los africanos en Puerto Rico. Existen muchos ejemplos de Latinos blancos celebrando la Afrolatinidad, pero es esencial que los Afrolatinos sí mismo tienen el espacio y la habilidad de celebrar su propia cultura en varias formas, a través de la música, la poesía, las novelas, y las películas. Además, hay mucha ironía en los Latinos blancos siendo discriminatorios hacia los Afrolatinos, porque probablemente existen unos antepasados afros en cada línea familia Latina (Oboler and Anani, 2005). La mezcla de razas ha sido un gran parte de la historia latinoamericano y por eso existe una historia tan rica con una diversidad de apariencias físicas, no existe un solo representación de una persona “Latina”.


Sandra Esteves explora la complejidad de la identidad Afrolatina en su poema “Puerto Rican Discovery #3/Not Neither”, el título sí mismo expresa el sentimiento de no sentir parte de la comunidad Latina o la comunidad africana-americana. Este conflicto interno no es único a los Afrolatinos, sino puede ser experimentado por cualquiera persona con una herencia mezclada (Rodriguez, 2000). Pero la experiencia de una herencia mezcla, específico a los Afrolatinos si es único porque las dos comunidades que no aceptan a los Afrolatinos son grupos marginalizados, creando un grupo todavía más marginalizado, en vez de dedicarse hacia la solidaridad y aceptación de miembros de su comunidad.



Conclusión

Celia Cruz, una cantante Afrocubana, enfatiza la importancia de la unidad de todos los Latinos en los Estados Unidos. Aunque existe una jerarquía racial en los E.E.U.U. también, todos los Latinos enfrentan un nivel más bajo en comparación los americanos blancos, a pesar de piel claro, todavía son considerados el “otro”. Es esencial formar solidaridad entre los grupos marginalizados para que todos experimentan una vida más inclusiva y exitoso. Similarmente, la escritura de José Martí “América Nuestra” afirma que solo existe un hombre americano, las razas distintas no existen, sino que la realidad americana es una mezcla de todas las razas.


Todavía no hemos alcanzado este nivel de neoliberalismo, pero si adoptamos esta mentalidad como una sociedad unida, no tendríamos que preocuparnos sobre la colonización internalizada o el colorismo o las implicaciones de una herencia mezclada. Pero es evidente que todavía no hemos alcanzado estos ideales admirables de Cruz y Martí, así que tenemos que ser crítico de la representación de los Afrolatinos en la cultura dominante y demandar un cambio del tratamiento de gente con características africanas. Mientras tanto tenemos que trabajar para asegurar que la Afrolatinidad es una identidad aceptado, incluido y celebrado en contextos literarios tanto como en la sociedad por lo largo.


Referencias

Chavez-Dueñas, Nayeli Y., Hector Y. Adames, and Kurt C. Organista. "Skin-color prejudice and within-group racial discrimination: Historical and current impact on Latino/a populations." Hispanic Journal of Behavioral Sciences 36.1 (2014): 3-26.

Oboler, Suzanne, and Anani Dzidzienyo. Neither Enemies Nor Friends: Latinos, Blacks, Afro-Latinos. Springer, 2005.

Rodriguez, Clara E. Changing race: Latinos, the census, and the history of ethnicity in the United States. NYU Press, 2000.

161 views0 comments

Recent Posts

See All
bottom of page